Medición medioambiental

Medición medioambiental: Ruido o calidad del aire

¡Comparte esta entrada en tus redes sociales!

 

Los nuevos modelos de ciudades inteligentes orientados a obtener datos, la medición medioambiental surge como una de las primeras soluciones a implementar. Y es que más allá del reto que supone la instalación de estos sensores se presenta un desafío mayor que es el de obtener provecho de los datos generados por estos dispositivos.

Uno de los objetivos que se ha marcado la ONU en su hoja de ruta de la agenda 2030 es el impulso de las Smart Cities. Y es que este organismo calcula que para 2050 la emigración a las ciudades provocará que un 70% de la población viva en las grandes urbes. Es por esto que para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible se ofrezcan soluciones para la medición medioambiental en referencia a la calidad del aire o el ruido.

Hoy vamos a repasar cómo se abordan esta problemática respecto a la contaminación atmosférica y al control del ruido desde el punto de vista de una ciudad inteligente. Como hemos explicado anteriormente no basta con obtener los datos sino que es necesario abordar la monitorización y análisis de los mismos para después tomar decisiones inteligentes que estén encaminadas a solucionar estos problemas.

Medición medioambiental:

Calidad del aire.

Existen bastante factores que inciden en la calidad del aire en una ciudad. Las emisiones de los vehículos de transporte o las derivadas de fábricas o industrias están en cabeza entre los factores. Sin embargo, también los hogares o los factores climatológicos afectan en una calidad de aire mala o pésima.

Como consecuencia de estas, en la población aparecen enfermedades y trastornos relacionados con este problema.

En este sentido, debemos identificar los indicadores de calidad del aire que son perjudiciales para los seres humanos. La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) basándose en su propio índice europeo de calidad del aire señala una serie de componentes como los verdaderamente dañinos para la sociedad. Estos son:

  • Partículas en suspensión (PM2,5 y PM10).
  • Ozono troposférico (O3).
  • Dióxido de nitrógeno (NO2).
  • Dióxido de azufre (SO2).

Corresponde al propio ayuntamiento o municipio decidir qué parámetros controlar en su plataforma y qué decisiones tomar al respecto.

Ruido.

Ahora toca la segunda parte de la medición medioambiental en una ciudad: el ruido. Y es que aunque parezca que no, el ruido es un agente contaminante de primer orden. Asimismo, también existen sensores muy preparados que permiten a las administraciones públicas conocer el nivel de ruido y en tiempo real existente en una determinada ubicación exterior o interior.

Gestiona la información con FIWOO.

Aquí es donde entra en juego nuestra plataforma IoT FIWOO. Una vez la instalación de los diferentes sensores y dispositivos que permitan acceder a los datos verdaderamente interesantes es momento de centralizar, monitorizar, analizar y explotar toda la información proveniente de cada sistema.

Sacar el máximo partido a los datos es clave para los gestores de las ciudades. Por ejemplo, se podrá medir las zonas de mayor concentración de tráfico y las partículas más contaminantes en aquella zona. Y así se podría descongestionar el tráfico en esas zonas y dirigir el tráfico hacia otras salidas y ver si de esa forma se reduce esta contaminación.

Más soluciones

Las posibilidades con nuestra plataforma son múltiples. Las soluciones van desde la vertical de Smart Governance mediante una app de concienciación al ciudadano con valores e indicadores en tiempo real sacados de los sensores a soluciones de Smart Mobility que podrá ofrecer medidas excepcionales con acciones que restrinjan el tráfico o se reduzcan las velocidades de los vehículos.

¿Quieres conocer más?.

No te quedes con dudas y pídenos una demo sobre nuestra plataforma. Accede aquí y siente tu ciudad con FIWOO. 

No Comments

Post A Comment